La histórica pero agridulce victoria de la izquierda y la entrada al juego de un excéntrico millonario allanaron el camino para la segunda vuelta presidencial de Colombia. Será un duelo inesperado para voto antisistema en detrimento de las fuerzas tradicionales.
El exguerrillero y senador de izquierda Gustavo Petro ganó este domingo la primera vuelta con eight,5 millones de votos, equivalentes al 40,three% de los votos, y se encuentra con el ingeniero Rodolfo Hernández (28,5%), exalcalde de Bucaramanga el 19 de junio y un ideológicamente indescifrable. magnate que suplantó a la derecha en la lucha por el poder.
con discursos diametralmente opuesta, Los candidatos derrotaron a las élites conservadoras y liberales gobernó durante dos siglos del país y buscará capitalizar la inconformidad de los colombianos con la clase dominante.

El país de 50 millones se ha empobrecido (39%) por la pandemia, que ha provocado protestas masivas, un aumento de la violencia y la corrupción. elegido con renovada motivación tras cuatro años del impopular gobierno del ultraderechista Iván Duque.
Más de 21 millones de votantes participaron en lo que resultó ser el día correcto una bofetada para la derecha y los partidos tradicionalesprimero relegado en la primera ronda de la presidencia.
Un país en transición
La élite históricamente en el poder está “perdiendo terreno”, y hay “un país en transición”analiza Eugénie Richard, profesora de la Universidad Externado.
Petro (62 años) y Hernández (77) entraron en la segunda vuelta queriendo el cambio y negando la corrupción.
Para el analista Alejo Vargas, las candidaturas triunfaron frente a la clase dominante en sectores de la sociedad a los que “no les gustan los partidos políticos”.

Gustavo Petro durante los festejos de su victoria en la primera ronda en Bogotá. Foto: Reuters
Los conservadores y liberales “aliados del gobierno de Duque” que llegaron a la presidencia en 2018 con el respaldo del expresidente derechista Álvaro Uribe (2002-2010) están “derrotados”, celebró Petro. en problemas con la ley, Uribe dejó de ser la gran figura política de Colombia tras dos décadas de protagonismo.
Con una cocina como telón de fondo ya través de las redes sociales donde es muy activo, Hernández celebró que “perdieron las gavillas que pensaban que sería para siempre el gobierno”.
Ahora la campaña de exguerrilleros vuelve al tablero alrededor de dos millones de votos adicionales.
“Tienes que construir una campaña dirigido a la juventud urbana que han salido a protestar en los últimos años, al igual que (Gabriel) Boric en Chile”, enfatiza Alexander Gamba, profesor de la Facultad de Sociología de la Universidad Santo Tomás la “baja participación” de los menores de 25 años en las elecciones del domingo.
Para Gamba en lo que resta de campaña Petro tendrá que cambiar su discurso para lograr una convocatoria más amplia:
“Tiene que dejar de decir que es el candidato antiélite y mostrarse como el que puede defender la democracia porque muchas de las posiciones de Rodolfo son abiertamente antidemocráticos‘, agrega el sociólogo.
Que forastero esta competición ha suscitado críticas por su posiciones machistas contra la participación política de las mujeres o su discurso antiinmigrante sobre los venezolanos.
“Apoyo desde casa. A la mujer involucrada en el gobierno no le gusta la gente‘, dijo en días pasados al tiempo que aludía al rol de Primeras Damas.
Siempre del otro lado de Uribe y Duque, Petro centró su campaña en señalar la “continuidad” encarnada en Gutiérrez, a quien las encuestas daban como segundo favorito.
Pero ahora, frente a Hernández, tendrá “el desafío de reinventar toda su narrativa, que implícitamente se dirigía a Federico Gutiérrez y decía: ‘Él es el candidato del uribismo, yo soy el candidato del cambio’”, agrega Richard.
“Todo este relato se está debilitando” porque Hernández “tampoco es un hombre tradicional de la política”, asegura.
Un candidato “incómodo”
Una fuente de la campaña de Petro admitió antes de la primera vuelta que el ex alcalde de Bucaramanga sería “el rival más incómodo” en sus planes.

Rodolfo Hernández, un candidato incómodo. Foto: Bloomberg
Según encuestas de la empresa Invamer, Hernández ganó simpatizantes para votar en contra de Petroal punto que quedó prácticamente empatado con el 47% de los votos para el ingeniero civil y el 50% para el congresista, quien hasta hace una semana lucía sólido en el camino a la presidencia.
Vargas prevé un “escenario comparable al de hace cuatro años”. Duke enfrentó el rechazo y el miedo de Petro y ganó en la segunda ronda.
“Agregó la voz de Rodolfo. [Hernández] y Friedrichs [Gutiérrez] ya tienen 11 millones”, calcula, además de los eight,5 millones que obtuvo Petro el domingo.
Por Juan Sebastián Serrano y David Salazar, AFP
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